El reciente lanzamiento de SLIM y XRISM demuestra que el cohete desarrollado por Mithsubitsi Heavy Industries sigue siendo muy capaz. Con una historia salpicada de problemas el accidente en el vuelo inaugural de su sucesor mantendrá vigente a este cohete durante varios años más.
El primer cohete completamente japonés
La historia de la familia H de lanzadores nipones no es muy distinta a la de los desarrollos en Corea del Sur. El primer cohete, el H-I, era básicamente un cohete Delta con una segunda etapa fabricada domésticamente. Es importante mencionar que los aceleradores laterales, de combustible sólido eran extrañamente, también estadounidenses. Eran específicamente Castor 2 fabricados por Thoikol.
Además de este primer cohete H, antes hubo una serie de cohetes N, de estos únicamente hubo dos, los N-I y N-II. Eran casi idénticos al H-I o más bien al revés pues mientras el H-I data de 1986 y los N-I y N-II datan de 1975 y 1981 respectivamente. Todos ellos empleaban primeras etapas estadounidenses, específicamente las de la familia Thor-Delta. Además, igual que esta familia empleaban varios aceleradores laterales que a lo largo de los años fueron evolucionando.
Con la llegada de la década de los 90 la NASDA (National Space Developent Agency of Japan) requirió un lanzador más capaz. Esta precursora de la actual JAXA apostó por un cohete enteramente nacional bietapa.
Problemas iniciales
El cohete H-II original voló únicamente siete veces entre 1994 y 1999, siendo este último vuelo una versión única llamada H-IIS. Las palas de la turbobomba crearon cavitación en la turbobomba del motor de la primera etapa destruyéndola. Consecuentemente el lanzamiento acabó en fracaso, el cual se sumó a un fallo en la segunda etapa que impidió alcanzar GTO en el vuelo anterior.
En el año 2001 alzó el vuelo la versión actual del H-II, llamada A. Esta guarda mucha relación con el original aun siendo notables algunos cambios. El motor de la primera etapa se mejoró y pasó a denominarse LE-7A sobre el LE-7 original. También en la segunda etapa vemos un avance similar con el motor LE-5B que sustituye a su predecesor el LE-5A.
Pero realmente dos accidentes consecutivos tuvieron poco que ver con la extinción del original. Sin embargo, el elevado precio, incluso a principios de los 2000 de 190 millones de dólares por 10 toneladas de carga a órbita baja. La idea no era hacer un cohete tan caro, pero el desplome del Yen frente al Dólar, lo mató. Esté pasó de 240 Yenes por Dólar en el momento del diseño a 100, cuando despegó por primera vez multiplicó su coste de lanzamiento.
La versión casi definitiva
El cohete H-II A hizo su primera aparición empezado ya el nuevo siglo. En 2001 con dos nuevos cohetes aceleradores bajo el nombre de SRB-A, unas estructuras revisadas y alargadas. A las que se le sumó una nueva revisión del LE-5 llamada B en la segunda etapa. Con aparentes similitudes con su principal competidor, el Ariane 5, se parecía más estéticamente al antecesor de este.
Sin embargo, el uso de dos etapas de hidrolox, con el apoyo para el despegue de los aceleradores de combustible sólido lo delatan como un producto de finales de los 90, como el Delta IV y el Ariane 5.
Ha llegado a aparecer en 4 versiones, la A202, A204, A2022, A2024.. Estas versiones únicamente cambiaban el número y el origen de los propulsores de combustible sólido. Con 2 o 4 y de origen japonés .
Los SRB A eran motores de origen japonés mientras que los estadounidenses eran los Castor 4A-XL. Siendo estos los denominados con un 20, se usaron hasta 2008 cuando se dejó de ofrecer la posibilidad.
En 2003 uno de los motores SRB-A sufrió una fuga de gas caliente que destruyó su sistema de separación. Al no poder separarse de la primera etapa el peso muerto del cohete impidió al resto del lanzador alcanzar la velocidad orbital y finalmente se destruyó en vuelo con un telecomando. Tras este fallo se canceló el desarrollo de los llamados SRB-A2, y se sustituyó por una evolución más comedida. Buena parte de los avances que se habían ya desarrollado para los SRB-A2 se acabaron incluyendo a esta evolución con el acertado nombre de SRB-A improved.
Aunque opinable, el rendimiento del H-II se ha visto sustancialmente mejorado por el H-IIA y el H-IIB. Este segundo bebe de su hermano, pero está diseñado para volar la HTV, el equivalente japonés a la Cygnus o la ATV europea. tanto en capacidad de carga como en precio por lanzamiento. El Ariane 5 y los cohetes rusos primero y el Falcon 9 más adelante han privado a este cohete de una vida comercial eficaz. Pero ha servido a los intereses japoneses con notable éxito. Lanzar las principales cargas científicas de la JAXA como Hayabusa 2, Selene, SLIM o Akatsuki ha sido importante. Pero, es justo decir que su mayor éxito es haber lanzado la misión Al Amal de los Emiratos Árabes Unidos a Marte.
Igual que le sucede al Ariane 6, o al Vulcan, el H-3 tiene un importante legado que ocupar. En este caso le tocará mantener la capacidad de lanzamiento autónomo de Japón, pero con capacidades extendidas. La nueva nave a la ISS de la JAXA es notablemente más avanzada y por tanto pesada. Llevar suministros hasta la Gateway en órbita lunar es un trabajo costoso. Y empezar la carrera de un cohete lanzando una nave a las lunas de Marte es arriesgado. Más adelante le espera también la sucesora de SLIM y Chandrayaan 3, LUPEX, un sofisticado aterrizador y rover lunar.